lunes, 5 de julio de 2010

ALAS PARA VOLAR


Dios nos ha dado alas invisibles para que volemos y alcancemos nuestros sueños. Para que cabalguemos con esperanza pretendiendo lograr nuestras más íntimas ilusiones. Demos rienda suelta a nuestra imaginación. Ingeniemos y encontremos el modo de aferrarnos y luchar por obtener lo que deseamos. Nada se pierde con intentar. Quien no se arriesga no puede ganar. Quien se da por vencido en el primer intento, no probará el sabor de la victoria. Es cierto que a veces nuestras alas se quebrarán por algún golpe o accidente que tengamos cuando intentemos volar alto. Pero no por eso hay que renunciar, ni tampoco ocultarnos y apresarnos dentro de una jaula. Porque todos los días con paciencia nuestras alas se van desarrollando hasta que un día, cuando menos lo imagines, te encontrarás volando muy alto y en libertad. Y sabrás que ya no es sueño que todo se volvió realidad

No hay comentarios:

Publicar un comentario